Holy O’Hara
Entrevistador(a): Marcela Torres Molano
Idioma de entrevista: Inglés
País donde trabaja: Estados Unidos
Profesión: Facilitadora de procesos de justicia restaurativa

Holy O'Hara es facilitadora de justicia restaurativa en “Precious Blood Ministry of Reconciliation”, una organización sin fines de lucro con sede en Chicago que trabaja para extender las prácticas de justicia restaurativa a una filosofía de "hospitalidad radical". Precious Blood se basa en un enfoque de restauración holístico que tiene como objetivo ayudar a fomentar la sanción de traumas colectivos, mediante la prestación de servicios como viviendas de transición después del encarcelamiento, viviendas de emergencia y prácticas restaurativas para diferentes audiencias. Según O'Hara, si se quiere mejorar el sentido de comunidad y fomentar ambientes acogedores y seguros, es vital que la justicia restaurativa vaya más allá de los encuentros entre sobrevivientes y victimarios.

Durante nuestra conversación, O’Hara habla sobre el enfoque de Precious Blood en su espacios restaurativos, incluidas las casas comunitarias, las habitaciones para sanación colectiva, el laberinto de construcción de paz y otras áreas al aire libre para la reconciliación. Nos describe el espacio principal de Precious Blood como un viejo edificio reutilizado, con grandes espacios para reuniones comunitarias, una cocina para compartir alimentos, una sala circular multicultural con un espacio central, diversas aulas con fines educativos, un laboratorio de medios musicales y un estudio de arte. O'Hara destaca cómo estos diferentes enfoques espaciales permiten que la creatividad y las historias se cuenten de varias maneras y explica cómo se invita a los miembros de la comunidad a intervenir los espacios a través de obras de arte.

Además, nos cuenta cómo dicha organización ha soñando con crear un espacio perfecto para la justicia restaurativa que incluya espacios abiertos y dignos de acuerdo con las necesidades de la comunidad. Un lugar que permita a las comunidades crecer y tener oportunidades de sanación, educación, ejercicio, arte, comunicación y provisión de servicios. O’Hara recalca cómo el espacio ideal debe ser producto del trabajo comunitario y sus anhelos, además de incluir todo tipo de tradiciones y culturas y de fomentar relaciones no jerárquicas, sentido de pertenencia y seguridad.